Hace unas semanas visite el museo
Dalí. Esta es una de las obras de arte en forma de joya que realizó el
artista. ¡Espectacular!
Me di cuenta que pocas personas
son capaces de realizar esta obra de arte, por muchas perlas y rubíes que
tengamos en la mano.
Tan solo un artista cuando ve la
materia prima, con la inspiración adecuada y el conocimiento de la técnica
puede llevarlo a cabo.
En un taller teórico-práctico de feng shui es lo que hacemos.
1.
Aprendemos a ser conscientes de nuestro entorno.
Afianzar la parte inconsciente que ya conocemos.
a. Reconocer los elementos-objetos que nos
aportan energía, (estos últimos son nuestras perlas y rubíes). Estos
elementos, serán la materia prima de nuestra casa y debemos esforzarnos en
situar a cada uno de ellos en la mejor ubicación, logrando con ello que nos
estimule la energía que tanto necesitamos.
b. Reconocer los elementos que nos están limitando.
Y a partir de ahí, eliminar las imitaciones, regalos que después de muchos años
conservamos por compromiso, elementos decorativos que en un momento nos
gustaron pero que ya no pertenecen a nuestro presente ni queremos que formen
parte de nuestro futuro.
2.
Ampliar nuestros conocimientos con las teorías
milenarias del feng shui. Chi, Yin-yang, 5 elementos, bagua.
3.
Crear nuevas opciones que nos mejoran nuestras
posibilidades. Buscar la combinación perfecta. Con la nueva inspiración y los
nuevos conocimientos que hemos adquirido, podemos conseguir cosas realmente
nuevas y más adecuadas a nuestro modo de vida actual.
¿Que vas a hacer con las perlas y
los rubíes que tienes en casa? ¿A que esperas para que tu casa sea tu obra
maestra?
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